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Ficción en televisión

Dos series, Cuenta atrás y Punta Escarlata han significado por diferentes motivos, dos grandes aportaciones en nuestro panorama televisivo. Cuenta Atrás, con un formato innovador en el que un flashforward de arranque, una sola trama y 50 minutos traía a nuestras pantallas una ficción nacional con corte de la mejor ficción policial americana. El desarrollo de tramas complejas, falsos culpables y urgencia como telón de fondo fue un reto para el equipo de guión.

Punta Escarlata rompió moldes por ser una miniserie con inequívocas señas de identidad en un mercado televisivo que se empezaba a volver complicado para las innovaciones: doble detonante, estructura en continuidad, finales en suspenso (cliffhangers) y una inquietante atmósfera a medio camino entre la España rural y la investigación policial moderna. ¿Qué pasó aquella noche de hace nueve años? A lo largo de los nueve episodios se desvela por qué en Punta Escarlata, casi todos tienen algo que ocultar. 

Una bala para el Rey nos traslada a los sucesos de agosto de 1995, cuando tres terroristas de ETA intentaron atentar contra el Rey en una ambiciosa operación que no llegó a término porque faltaba ultimar algunos detalles del plan de huida. En la ficción basada en hechos reales, el principal objetivo es combinar la eficacia narrativa con el rigor histórico. Durante varios meses de trabajo nos enfrentamos a las ventajas e inconvenientes de las historias basadas en hechos reales: ya se sabe cómo va a acabar la película, pero a cambio la inmersión en los detalles demuestra que la realidad con frecuencia supera la ficción.

 

Para más detalles, puedes consultar IMDB

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